Nargesa necesitaba una red segmentada que facilitara la protección y el control de tráfico de su infraestructura. Al no tener esta estructura, existía el riesgo de que alguien pudiera entrar sin ser detectado y moverse sin restricciones, con el peligro de acceder a información valiosa o interrumpir la actividad de la empresa.
Para ello se planteó la segmentación y protección de su red, teniendo en cuenta las particularidades de un entorno industrial altamente sensible.